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Escrito por el Oct 16, 2019 en cocina de cosecha | 2 comentarios| etiquetas: a fuego lento, asados, carne de cerdo

paleta de cerdo asada

Llegué a esta receta persiguiendo la sensación delicuescente que nos produjo una focaccia de porchetta (cerdita) cocinada por los chicos de L’Angolo del Grillo.

Aquella textura de la carne que se deshacía sobre la masa panosa, cruijiente por fuera y mollosa y suave por dentro, perfumada a romero y perlada de escamas de sal…

Esto no es porchetta, sino lo que en América se conoce como pulled pork, un plato sacrosanto en la vida de los aficionados a la barbacoa y un clásico de la cocina en slow cooker.

Este plato también es «comida del hogar interior».

Es fantástica para ser devorada sobre un buen bollo de hamburguesa.

Pero en mi opinión, sobre un pedazo de focaccia tibia está celestialmente superior.

 

para el adobo_

  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 2 cucharadas de romero fresco
  • 1-2 cucharadas de salsa barbacoa y una de ketchup
  • dos cucharadas de brandy
  • tres dientes de ajos majados
  • una cucharada de orégano fresco o seco
  • sal y pimienta
  • una cucharada de mostaza antigua

para la carne_

  • 2 paletas de cerdo o dos jamones, con un peso total de 1500 gr, para 8-10 personas. Una, para 4-5 personas.

 

Formamos el adobo mezclando todos los ingredientes en un cuenco, y rebozamos las piezas en él. Acomodamos la o las piezas con su adobo en un recipiente no reactivo y la dejamos en reposo en la nevera durante la noche. Yo las he colocado dentro de una bolsa zip.

A la mañana siguiente pasamos las piezas adobadas con su líquido a una cacerola tipo cocotte o a una cacerola de hierro tipo Le Creuset, que va a ir al horno.

Si no disponemos de una cacerola de este tipo, podemos utilizar la clásica cazuela de barro de horno, bien tapada con papel de aluminio o con una tapa de material refractario, o bien una fuente de horno… Si el fondo de la fuente no es bien grueso, es buena idea colocar una rejilla para que la pieza de carne no toque el fondo y se tueste demasiado, y siempre con la fuente bien tapada.

Cualquiera que sea el modo que elijamos para cocer la carne en el horno, debemos mantener la cacerola o fuente bien tapadas.

(Obviamente, si tienes una olla eléctrica tipo slow cooker, la metes dentro, la programas y te olvidas).

La cocción es muy larga y completamente desatendida.

Así que es un día perfecto para cocinar otras cosas mientras la carne se va haciendo, como esta focaccia, o un gratín de patatas tipo delfinés, o una buena fuente de patatas rústicas con mucho romero y una ensaladita verde para acompañar el cerdo a la hora de comer. O una buena tarta de frutas ácidas para equilibrar esta pièce de résistance

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Calentaremos el horno a 150º, y colocaremos la fuente en él con el horno ya caliente. La cocción nos llevará entre 5 y 7 horas. Hay que ir probando las piezas hasta que la carne se desprenden del hueso con facilidad.

Es un plato que puede prepararse perfectamente de un día para otro, así que puedes emplear tranquilamente la tarde anterior a tu comida para prepararlo.

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Si por una de esas necesitas prepararlo en el mismo día para comer, puedes hacer lo que he hecho yo: te levantas a las 6 de la mañana, enciendes el horno y metes la carne, lo programas dos horas y te vas otra vez a la cama. ; )

Y a partir de las ocho, café en mano, ya puedes empezar a mirar qué progresos hace.

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Hacia la 1 de la tarde deberías tenerlo perfectamente cocinado, y tendrás tiempo de acabarlo todo con calma antes de sentarte a la mesa.

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Nosotros éramos ocho en una comida informal de verano en la terraza y mi idea era comer este plato de cerdo desenhebrado, poco menos que cogido con los deditos junto a trocitos de focaccia, acompañado de una ensalada verde sencilla, fresca y crujiente: una lechuga romana cortada fina, cebolleta en aritos, cebollitas agridulces en salmuera y pepinillos agridulces, aliñada con una vinagreta de limón y miel.

Y de postre, un gran cuenco lleno de cubitos de sandía y de melón muy fresquitos. Una comida de verano bien apetecible.

Tuve las dos piezas, que en mi caso eran jamones porque no me acordé de encargar las paletas y por aquí no es fácil encontrarlas, siete horas a 150º dentro de mi cacerola Le Creuset de hierro, de 24 cm.

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Las fui mirando cada hora, regándolas con su jugo y les di la vuelta una vez.

A la una la carne estaba perfecta, las dos focaccias cocidas y la ensalada a falta del aliño de último momento.

Conclusión, hasta en el mismo día se puede preparar sin desmelenarse ni sudar la gota gorda, con calma y disfrutando del olorcillo deliciosamente perturbador que sale del horno.

Es una gran opción para una comida con niños.

Y con lo que te sobre, puedes preparar unos estupendos sandwiches con la carne, mostaza en grano, rucola y berros o lechuga romana. O con salsa barbacoa, pepinillos agridulces, cebolla dulce y lechuga lollo rosso.

Y tienes otra cena reconfortante de sofá que les encantará a los niños.

Muy felices ratos en la cocina, y muy feliz semana a todas.

 

 

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2 Comentarios

  1. Esta también voy a hacerla. Cada día más fan tuya, de lo que haces y de lo que compartes.

    • Pero qué reboniiitaaaaa que ereeeees cheeeeeeeeé. Abrazo gordo!!!!

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